viernes, 23 de septiembre de 2011

25/9 Evangelio y Vida... por Fray José Muñóz, mercedario


Si pero No

Somos deudores de una sociedad que vive de las apariencias. Cada día asistimos al desarrollo de una historia repetida desde diferentes perspectivas: el periódico, la televisión, la radio. Todos se empeñan en convencernos para que adoptemos en nuestra vida diferentes elementos con los que definitivamente seremos felices, aun a sabiendas de que la mayoría de las cosas que nos ofrecen no responden a las cualidades que pregonan. Pero, como somos conscientes de ello, no nos enfadamos porque intenten tomarnos el pelo, es pura publicidad y lo aceptamos. Solo que al final se convierte en un movimiento mecánico, y terminamos por actuar de la misma manera.

“No te preocupes, allí estaré”-responde alguien por teléfono.

“!Pero como te has comprometido, si sabes que hoy hemos quedado en ayudar al vecino en su mudanza!”-le recrimina alguien a su lado.

“No pasa nada, él ya sabe que lo digo por decir, estoy seguro que no me va a esperar”-responde el interpelado- “y en cuanto al vecino, no hay que tomárselo tan en serio, lo de ayudar lo dije por quedar bien, seguro que irán otros y si no vamos seguro que ni se entera”.

Después de eso ¿que más se puede añadir? Nos vamos creando un mundo del “si, pero no”, no cuesta nada decir que si, cuando nos solicitan algo, a sabiendas de que no pensamos cumplir. Queremos que nuestra casa muestre una linda fachada aunque por dentro sea una completa ruina.

Necesitamos dar un poco más de armonía y sentido a la vida, para que cuando uno diga “yo sí voy” podamos depositar en esa afirmación toda nuestra confianza.



No hay comentarios: