sábado, 24 de septiembre de 2011

Se llama María...

Se llama María, la Madre de Dios y Madre nuestra la que nos impulsa y nos motiva a luchar por los cautivos. La que nos protege e intercede por nosotros. La que pone en nuestros corazones el deseo de brindar misericordia y consuelo a los excluidos. Esa es María de la Merced.

Hoy los mercedarios recordamos a nuestra Madre como la mujer fiel que escuchó el llamado de Dios y no vaciló en aceptar los designios de Él.

María de la Merced nos invita a mirar a nuestro alrededor y preguntarnos, ¿Dónde hay cautivos? e ir en su auxilio.

Que la fiesta de hoy nos impulse a trabajar por una sociedad justa, donde los que tienen menos, puedan alcanzar un estado de dignidad. ¡Feliz día de La Merced!

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