sábado, 24 de abril de 2010

Oye, te están llamando… por fray Ermes E. Liriano C., mercedario


Dios pronuncia nuestro nombre y nos llama personalmente. Date cuenta que nuestro nombre está en la boca de Dios, somos Palabra de Dios. Este es el gran misterio de la vocación cristiana. La verdad es que no he escuchado el llamado que Dios le hace a otra persona; escuché el que me hizo y el que me hace a cada día. Cada vez que me detengo a escuchar su voz mi corazón arde. Nunca oí a nadie pronunciar mi nombre con tanta ternura. Yo sé por experiencia lo bien que se siente ser llamado. Es por esa razón que te invito a escuchar en el silencio de tu corazón la voz de Dios, si ya la has escuchado date la oportunidad de volverla a oír. Si nunca te has detenido a escucharla, haz un esfuerzo, y te prometo que escucharás las palabras más hermosas que nunca oíste: escucharás tu propio nombre. Después de esta maravillosa experiencia de Dios de seguro que desearás que otros la puedan vivir también, es por esta razón que juntos como Iglesia pedimos al Señor que siga llamando a otros más. Jesús dice que Él es el Buen Pastor, esperamos con amor que nos envíe buenos pastores para en ellos conocerle mejor a Él. Imagino que estás convencido de que Dios llama ¿qué le respondes tú?...



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