sábado, 24 de abril de 2010

LD: Lectio Divina por Miguel Ángel Arias Perez, Monje Cisterciense (Jarabacoa)


Vamos a Misa…

“…tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio” Lucas 24,13-35

Este texto de la aparición de Jesús a los discípulos de Emaús es considerado como un texto que fue escrito para responder a una necesidad de la comunidad de los primeros creyentes a la que pertenecía san Lucas, ya que ellos estaban esperando ansiosos el regreso de Jesús. Entonces Lucas escribe este texto con el deseo de que los creyentes den el paso de “reconocer” a Jesús presente en medio de ellos cada vez que se reúnen y comparten la Escritura y la Fracción del Pan. Por eso, cuando leo este texto, me parece que estoy en una misa y cuando estoy en la misa revivo este evangelio que tiene las dos partes fundamentales de la misa: liturgia de la Palabra y liturgia de la Eucaristía, en la cual el sacerdote en el momento de la consagración repite las mismas palabras que vemos en este evangelio: tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio.
¿Por qué desaparece Jesús de manera inesperada justo en el momento en que le reconocen? Creo que El nos llama a dar el salto de encontrarle en la Misa y en la Vida. En la misa aprendo de su Palabra, me alimento con su Cuerpo y en la vida El camina a nuestro lado aunque no seamos conscientes de esto; como el conocido cuento del hombre que Dios le prometió caminar siempre a su lado, pero al poco tiempo este hombre le estaba reclamando a Dios porque en los momentos alegres veía dos pares de huellas en el camino, pero en los momentos tristes y duros veía sólo un par; a lo cual Dios respondió que en los momentos alegres caminaba a su lado y en los difíciles El lo llevaba en sus brazos.
Jesús camina con nosotros, Cena con nosotros, vamos a Misa a encontrarnos con El y de la misa a la vida donde le palpamos en las personas que nos encontramos y rodean, en los gozos y fatigas de cada día.

¡Aleluya! Jesús te bendice. Miguel Angel.


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