lunes, 6 de febrero de 2012

Desde la cárcel

Les presento a Fran, uno de los muchachos más participativos de la catequesis en la cárcel. Su nombre oficial es Pedro Pablo y esta es su pequeña historia.
Fray Ermes Emmanuel, mercedario


¿CÓMO CONOCÍ A DIOS? Pedro Pablo Osorio

Mi experiencia comenzó cuando estaba fumando un cigarrillo en día de visita y se me acercó una “sierva católica” a regalarme la palabra de Dios. Noté en ella que mi cigarrillo no le molestaba y le pregunté mientras me predicaba:
 
- ¿Le molesta que fume?

- No. Ella respondió.

- Y, ¿Por qué? Insistí.

Y ella me explicó que Dios no la mandó a mirar si yo fumaba o no; o si yo olía o no a cigarro. Ella me dijo que Dios no la había mandado a juzgar a nadie sino a predicar su palabra. Después de esas palabras, me sentí tan bien que decidí conocer al Dios al cual ella servía. Ella nos decía que su Padre tiene sus ojos puestos en nosotros, los presos, sin importar lo que sea que hayamos hecho.

Comprendí inmediatamente que yo quería encontrarme con Dios y le hice entender a ella que sus palabras me habían penetrado el alma, ya que mis lágrimas no cesaban. Por eso, amo con todo mi corazón a mi Dios y a Jesús, con todo el corazón, con toda mi alma, con todo mi amor, con todo mi ser,

Con todo mi espíritu y por amor a Él, trato de convencer a todos mis hermanos que habitan en la tierra. Amén

¡Te amo, Dios mío!

No hay comentarios: