miércoles, 21 de julio de 2010

DEJAR CRECER por Mariola López Villanueva, rscj



“ Dejad que crezcan juntos ambos
hasta el tiempo de la siega”

Mt 13, 24-43


Hemos escuchado muchas veces la parábola del trigo y la cizaña y, sin embargo, cuánto nos cuesta ser capaces de vivir la sabiduría que contiene. A nosotros nos gusta separar lo bueno de lo malo, los que piensan como nosotros y los que no, los que son de los nuestros y aquellos a lo que no les echamos cuenta. En nosotros también sentimos crudamente el trigo y la cizaña, y nos gustaría ser, o si no lo confesamos nos gustaría serlo en el fondo, un buen campo de trigo, de esos movidos por el viento, que anticipan un pan abundante; y toda la cizaña que viene a aparecer junto a ese trigo nos molesta, querríamos arrancarla y como después de mucho intentarlo no podemos entonces emprendemos la tarea de ir a buscar cizañas en campos ajenos con un fervor que impresiona.
Jesús dice: “ dejad que ambos crezcan juntos ”, y entran ganas de comentarle si se lo ha pensado bien. Pero él conoce nuestro corazón de trigo y cizaña, y lo quiere así. Durante algunos años yo le pedía una y otra vez al Señor que quitara una realidad de mi vida que era motivo de tristeza para mí. Un día pude decirle, “ Señor no me quites nada, déjame como quieras, pero ponte Tú en el centro” , y siento que desde entonces vivo con eso de otra manera, más reconciliadamente; y comprendo un poco más que de lo que se trata es de poner ambos, el trigo que crece en nosotros y la cizaña que acecha, bajo la mirada y el cuidado del sembrador; porque sólo Él es el que puede tomar la cosecha.



No hay comentarios: