DO 11/4 Evangelio y Vida por Fray José Muñoz, mercedario

TODOS TENEMOS UN POCO DE TOMÁS

…Pero si no lo veo no lo creo…. Hasta nos podemos escandalizar de la reacción de Tomás por no haber creído en Jesús resucitado, después de haber estado tanto tiempo con él, pero claro desde la barrera es fácil poder criticar. Solo hay que fijarse en cuantos “pero si…..” nos salen a lo largo de la vida.

Yo estoy dispuesta a colaborar, pero si no colabora mi vecina yo tampoco.

Yo quiero participar en este grupo, pero si no soy capaz me muero de vergüenza.

Yo soy muy cristiana pero si hay curas y charlas y rezos conmigo que no cuenten.

Yo estoy dispuesto a perdonar a mi hermano, pero si el no reconoce el daño que me hizo no hay nada que hacer.

Yo quisiera ser más generoso pero si los demás no hacen lo mismo yo no voy a empezar.

Yo estoy dispuesto a ceder, pero si los otros no reconocen que tengo razón entonces que se olviden de mí.

Yo quiero participar en la pequeña comunidad pero si no me eligen de coordinadora entonces no voy.

Yo quiero ser un buen cristiano, pero si esto me obliga a ser honesto, decir la verdad y respetar a gente que no lo merece entonces prefiero seguir por libre.

Yo creo en Jesús, pero si me vienen con lo de poner la otra mejilla entonces no quiero saber nada.

Yo quiero creer en Dios, pero si es tan bueno porque ha hecho un mundo tan malo.

Yo, yo, yo, ¡quiero hacer tanto en la vida!, pero si no dejamos de lamentarnos y de achacar los males a otros para esconder nuestro miedo a comprometernos entonces nunca seremos capaces de hacer algo que valga la pena. ¡Cuanto nos falta por recorrer para poder decir sin más: “Señor mío y Dios mío”!