Darse
Lo que más me impacta de este pasaje es que en el arca del templo, la viuda no sólo echó dos “moneditas” como dice el texto, lo que siento es que ¡se echó toda ella entera!, lo que tenía para vivir y para morir, todo. En un momento u otro de la vida tenemos que decidir una entrega como la que hizo esta viuda pobre (o ya lo hemos hecho) como por ejemplo el día de la boda, el día de la ordenación sacerdotal, el día de la consagración religiosa, ese día en que decido entregarme por entero a Alguien y a algo. Jesús me enseña que esa entrega debe ser sin “seguros contra accidentes”, como las personas que echaban de lo que les sobraba guardando algo “por si acaso…” como se suele decir, porque sólo es verdadera esta entrega si es como la que hizo la viuda, echándonos por entero en el arca de lo que tenemos que darnos. Ante esto me hace reflexionar el hecho de que hoy día ser padre o madre son entregas, que años atrás eran vistas con veneración y respeto hasta el punto de que cuando niños jugábamos a la familia soñando con el futuro; pero hoy hay en torno a ser padre o madre un ambiente de desprecio llegando esto a parecer una condena o un “accidente” de la vida en el peor de los casos. ¿Será porque ponemos por delante vivir nuestra vida –vive la vida loca- antes de darnos a la pareja y a los hijos? Y luego nos quejamos de los males sociales que hoy nos arropan. No demos de lo que nos sobra, demos y entreguemos lo que tenemos para vivir, demos la vida. Jesús te bendice. Miguel Angel
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