viernes, 15 de enero de 2010

Evangelio y Vida/ Domingo 17: NO TIENEN… por Fray José Muñoz, mercedario



Mi lema es simple: “si no quieres problemas, aléjate de ellos”. El otro día estaba en mi escuela, en la graduación del último grupo, y por casualidad me dio por contar los galardones para los estudiantes, solo había 25, y se graduaban 31, como no soy maestro de ese curso me dije: “lo mejor es que te marches, esto no es asunto tuyo”, no quería ser testigo de un fracaso organizativo.
Siempre lo mismo, el candidato de mi partido se ha pasado el tiempo prometiendo subir las pensiones de los jubilados, pero yo veo que no hay suficientes fondos y cuando salga elegido no va a poder cumplir, pero como esa no es mi área prefiero callarme no sea que me despida.
¡Que susto!, ayer durante el juego de pelota el sol calentó como nunca, el entrenador es rígido y no permite que se beba durante el partido, solo al finalizar. Por casualidad me encontraba en la sala de avituallamiento y vi la neverita vacía, me escapé por si me echaban a mí la culpa.
Los compañeros de mi hermana han terminado el curso y para festejarlo han decidido venir a casa para festejar y bailar, cualquiera le dice que el aparato de música se rompió y lo han llevado a reparar, sabiendo como las gasta, yo no me atrevo a decir ni mu, ya se las arreglarán cuando lleguen.
No tienen… No hay suficiente.. No han llegado… está roto… palabras sencillas que no llegamos a decir por indiferencia, por falta de conciencia, por miedo, por poca sensibilidad, porque no me importa, palabras que, si nos atrevemos a decir, pueden solucionar muchos problemas, dichas a tiempo, sin que tengamos que esforzarnos mucho.
Menos mal que en aquella boda había alguien sin miedo al ridículo, a meterse donde no le importa, a preocuparse como si fuera algo de ella, a buscar solución e insistir sin miedo al rechazo, para al final afirmar con plena confianza: “Haced lo que él os diga”.

1 comentario:

ana mendoza dijo...

Estén estos versos en tu camino,
cuando él no puedas encontrar.
Sean una estrella en el cielo,
cálida brisa en la tempestad.

Cree en Dios en todo tiempo,
porque es el agua del mar,
Él conoce todos los destinos,
es paz en la adversidad.

Puedes tener sed en el desierto;
estar triste en la soledad;
o por algún mal, dolorido…
Dios aun puede, sanar o aliviar