De mi para Haití‏ por Pabel Alba Hernández

"Practicar la caridad, virtud que nunca muere, es un deber del cristiano que al cumplirlo siempre crece"

En la segunda mitad del siglo diecinueve, un joven sacerdote belga, de nombre Damián, decidió entregar su vida por los leprosos abandonados en una pequeña isla del Océano Pacífico. Damián dejó su patria y se fue a la isla de Molokai. Pasó allí el resto de su vida, atendiendo espiritual y materialmente a los enfermos. En ese tiempo no habia cura conocida para la lepra. Al fin, también él contrajo la enfermedad. Murió en la isla y allí fue sepultado.

Son tantas las personas que al igual que Damián se enferman y mueren por entregarse y dar su vida por los demás. Esto solo nos puede pasar cuando verdaderamente reconocemos en nuestra vida como hermano y amigo a Jesús, que al igual que Damián, dió su vida por cada uno de nosotros.

Cuando hacemos de la tragedia y del dolor de los demás, un sentimiento nuestro, ahí está la caridad; cuando entregamos el todo por el todo sin importar los peligros que ello merece, ahí está la caridad. Caridad no es mas que la entrega total al servico de los demás y en especial al servicio de los más necesitados.

Todos sabemos en este momento quien puede necesitar de nosotros, Haití. Alimentos, refugio, medicamentos, pero sobre todo la presencia de personas como tú y yo que digan presente para, a través de un pequeño gesto, sientan consuelo, alegria y amor. Estamos en un momento especial, un momento donde Dios nos pide algo más y donde nos pone a manifestar lo que profesamos a raíz de conocerle.

Que puedas aportar tu gota de amor, alegria y de Merced para que juntos podamos llenar el vaso (corazón) de nuestros hermanos haitianos y que ellos sientan que Dios nos ha hecho para recordarles que nos quiere a todos, sin importar raza, religión, ni cultura, ante sus ojos todos somos iguales. Y recuerda, de gota en gota podremos crear un océano, únete al centro de acopio más cercano y si no tienes bienes materiales, estas tú, aporta tu ser como voluntario y Dios te recompensará. Hasta unos días...