martes, 27 de octubre de 2009

Tiempo para estrenar


Todo tiene su momento y cada cosa su tiempo.
Y el tiempo que hoy se te da es el momento oportuno,
que no es para “continuar” con el vino en odres viejos
ni de “volver a empezar” con la tierra del camino
que se nos pegó al andar…
Es tiempo de Dios, su tiempo, un tiempo para estrenar.

Tiempo de estrenar los pasos. De intuir y de buscar
nuevos caminos, aquellos que más pueden acercar
al hermano más pequeño, al diferente, al igual,
al mundo que necesita levadura, luz y sal.
Caminos para que el Reino hoy y aquí pueda llegar.

Para estrenar las palabras que el tiempo gastando va.
Para ser signo viviente de lo que vas a anunciar
recreando con la vida la justicia, la verdad,
la alegría, la esperanza, el amor, la libertad.

Para estrenar corazón, que es lo mismo que estrenar
los motivos, la ilusión, la vida por entregar,
la fuerza de la oración y el coraje al actuar,
las antenas del amor para ver, para escuchar…

Todo tiene su momento y cada cosa su tiempo:
Hay un tiempo para plantar, un tiempo de renacer,
un tiempo para crecer y un tiempo para cosechar.

Todo tiene su momento,
un tiempo para dormir, un tiempo de despertar.
Hoy se te regala un tiempo, un tiempo para estrenar.

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