lunes, 19 de abril de 2010

ALBUM FAMILIAR


PASCUA JUVENIL 2mil10 EN IMÁGENES. SÚMATE
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1 comentario:

Pedro dijo...

¿Cómo viviste la Semana Santa?

Si nos lo permiten, les contaremos como nosotros vivimos la nuestra. Todo empezó el miércoles a mediodía, nosotros la comunidad mercedaria (Padre Santiago, Fray Ermes, Pabel y pedro) y un joven puertoriqueño aspirante llamado Luis iniciamos nuestro caminar hacia Barahona (sur del país) para pasar esos días en comunidad con las personas de Canoa y Jaquimelle. ¿Cómo definimos esa experiencia? En cinco palabras: familia, entrega, sacrificio, vida, alegría. ¿Porqué?.....

-Familia: en familia fue como nos sentimos a nuestra llegada Canoa y Jaquimelle, donde desde un principio las personas nos brindaron su cariño y aprecio, haciéndonos sentir que nos encontrábamos en casa.

-Entrega: fue algo que sentimos todos los días al momento de compartir la comida con las personas de Canoa, donde estos compartían con nosotros los mejor que tenían. Pero todo no termina aquí, en la celebración del lavatorio de los pies, recordamos que Jesús se entrega sin distinción ya que en estas celebraciones no hubo distinción de color, edad ni sexo, todos fuimos discípulos y como ellos compartimos con Jesús su ultima cena.

-Sacrificio: el viernes eso fue lo que hicimos recordar el sacrificio que hizo Jesús por nosotros ¿Y de qué manera? Con el víacrusis, donde notamos dos cosas que nos encantaron. La primera fue con la fe y la entrega que las señoras de Canoa viven esta celebración y la segunda fue el gesto que hacían las personas del pueblo de abrir sus casas en cada estación, como signo de que todos acompañamos a Jesús en su caminar.

-Vida: el sábado fue un día de alegría, un día de fiesta, un día de vida, donde con cantos y hasta unos que otros bailes celebramos la fiesta de resurrección de Jesús. Pero lo que más nos gustó de ese día fue que lo preparamos en comunidad. Todas las personas pusieron su granito de arena para que esa celebración fuera especial.

-Esperanza: Antes de marcharnos a Santo Domingo, pasamos por el batey La Bombita para celebrar junto con ellos la eucaristía, a simple vista nos pareció un lugar desamparado y sin vida, pero el “dejen que los niños se acerquen a mi” se hizo realidad frente a nosotros, ya que al llegar a la capilla nos encontramos con un grupo de niños que llenaron todo el entorno de alegría y sonrisas, dejándonos con la esperanza de que en un mañana esa comunidad será una hermosa y alegre familia de cristianos.