Simplemente estoy aquí
Me llamaste cuando andaba en los oteros
Conduciendo –yo era un niño- mi rebaño
Y te dije que sí; y no hubo engaño.
Yo era pastor y me hiciste compañero.
Hoy miro atrás y siento que te quiero
Han pasado muchos días, muchos años.
Ya no tengo tantas fuerzas como antaño
Pero amo más tu horizonte y tu sendero.
Si me fallan las fuerzas, y el camino
Se me hace cuesta arriba y solitario
Tú llenarás mi zurrón de pan y vino.
Quiero ser siempre tuyo y solidario,
Quiero ser por tus senderos peregrino,
Consagrado por amor y mercedario.
Poema de un querido y hermano mercedario:
Fr. Alejandro Barrajón
No hay comentarios:
Publicar un comentario