sábado, 12 de noviembre de 2011

Con Otras Palabras por Pabel Alba Hernández

TIEMPO para SER

Hace unos días le vengo dando vueltas a la palabra “noviciado”, es el tiempo que estoy viviendo en este momento y viviré durante un año. Me preguntaba si mi familia, amigos, compañeros de pastoral, han entendido este paso que he dado y creo que puedo dar, grosso modo, una idea de lo que hago y del por qué estoy aquí.

¿Estás trabajando? ¿Tomas clase en una universidad? ¿Por qué irte tan lejos dejándolo todo? ¿No se puede hacer el noviciado en R. Dom? Estas son algunas de las preguntas que he recibido durante estos días y que me place poder responder por este medio. Lo que se llama trabajo, es decir, remunerado, no. Me encargo junto con otros compañeros, de mantener la reparación del monasterio en donde vivimos y, cada miércoles asistimos a la cárcel para compartir catequesis con los internos. Unos harían esto si se les pagara un salario, nosotros, yo, lo hago como forma de ir respondiendo al llamado que Dios un día me hizo.

No asisto a ninguna universidad, pero cada día me voy formando sobre los aspectos fundamentales de la vida religiosa, en especial la vida mercedaria. Historia de la Orden de la Merced, vida comunitaria, votos de pobreza, obediencia y castidad, espiritualidad y pastoral mercedaria, oración y meditación, talleres de liturgia, oración, psicología... es decir, estoy más que en una universidad, porque estoy aprendiendo para la vida, para mi vida como mercedario.

La idea principal de dejar todo por un año, alejarte de tus familiares y amigos, es para poder discernir, por medio de la oración y la meditación, en un lugar apartado de mi vida cotidiana, si realmente la vida mercedaria, que hace 3 años inicié, es la que quiero vivir y por la cual estoy dispuesto a “perder mi vida”. Es un tiempo para encontrarse con Cristo e ir moldeando la vida, de modo que cuando termine esta experiencia, esté dispuesto completamente a darle el sí a Dios y a la Orden de la Merced.

Precisamente en estos días tomaba un taller de eneagrama y quien nos lo impartía decía: la gente no sabe realmente lo que nosotros los religiosos hacemos en el noviciado, piensan que estamos todo el día orando y que no tiene sentido perder un año de la vida en eso. Ellos piensan que es un tiempo para hacer nada y yo les digo, es un TIEMPO para SER.

Es así, es mi tiempo para conocer a fondo la vida mercedaria, la vida religiosa, para poder discernir por medio de la oración, la pastoral y la vida en común, si estoy en disposición libre y voluntaria de pertenecer a esta empresa de liberadores. Hombres capaces de entregar su vida para que, igual que Jesús, otros tengan vida.

El noviciado no es solo eso, hay más. Esto es simplemente para que pudieran entender lo que estoy haciendo y lo que estoy viviendo. Que cuando te pregunten puedas dar algunas ideas sobre lo que supone un noviciado, pero si es posible, puedas darte la oportunidad de conocer la vida mercedaria, una vida llena de gracia y libertad.

Estoy en el TIEMPO de SER, ser persona y regalo para los demás. ¡Vete y haz tú lo mismo!

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