La JMJ y yo... por José Manuel (JoMeCo)

El conocer es uno de las maravillas que guarda la vida, pero el descubrir es una de las peculiaridades de la juventud, el encontrarse en una cultura nueva es descubrir un mundo nuevo en cada dos besos en la mejilla.

Un grupo de jóvenes partió hacia el encuentro de otros más, pero este encuentro fue diferente no porque se trataba de jóvenes de diferentes países, ni porque el encontró era auspiciado por el Papa, sino porque este grupo de jóvenes necesitaba compartir su fe y estas es la opinión de uno.

¿Cómo fue la experiencia?, justo como la necesitaba para abrir los ojos y lo suficiente como para darme cuenta que nuestro trabajo puede seguir mejorando, el compartir con jóvenes de todo el mundo que guardan un deseo y un respeto por los asuntos de Dios además de entender lo necesario como para aplicar lo que ven en las sabias palabras de Dios, recordando siempre que somos jóvenes.

¿Con que te quedas?, me quedo con la sonrisa que me recibía y con la canción que me despidió, con el deseo ferviente de que me sienta a gusto con las visitas a las iglesias, con las conversaciones de media noche con Dios, con las misas cortas, con los abrazos fuertes…me quedo con tatas cosas, pero sobre todo con una experiencia que se pone al servicio.

¿Qué les traje?, yo me traje a mi…. Pero en ese “mi” guardo, muchas cosas que se pueden dar y que se seguirán dando, para mi bien personal, el de los jóvenes que enseño y el de mi iglesia.

¿Qué necesito que sepan?, que la gratitud que siento hacia ustedes es mucho más grande que lo que ahora mismo entiendo, esta es una experiencia única e inigualable que sucedió no solo por nuestro esfuerzo, sino también por su presencia y disposición gracias por todo y sobre todo gracias por contarle un poco mas de nosotros a Dios.