sábado, 16 de julio de 2011

17/7 Evangelio y Vida por Fr. José Muñoz, mercedario

¿DE DONDE HA PODIDO SACAR TODO ESO?

La señora Felisa venía con el ceño fruncido, molesta, algo inusual, ya que venía de participar en la eucaristía y se suponía que eso debía inspirarle alegría y paz. Nada más ver a su marido le soltó una retahila de palabras que, éste no entendió.

- Cálmate y habla claro, que no entiendo una palabra.

- ¡Que me calme!, cuando vienen y me dicen que han visto a nuestro hijo bebiendo ron en la calle, con sus amigos. Que hace dos semanas que no pisa por la escuela. Que lo vieron en la esquina de la plaza fumando. Que no lo vemos en la casa, porque se levanta tarde y vuelve a las tantas de la noche. Que en las pocas veces que lo vemos a cualquier pregunta contesta con un gruñido que no hay quien entienda. ¡Que no se de donde ha podido sacar todo eso!

- Eres un poco exagerada.

- Yo exagerada. ¿Pero cuando le hemos enseñado eso en casa? Ha tenido una buena educación, de nosotros nunca ha podido escuchar una palabra malsonante, desde pequeñito le he llevado a la catequesis. Yo misma le he enseñado sus primeras oraciones, hemos escogido un colegio con buenos principios morales. Y que me dices de ti. Tienes una pequeña empresa donde pagas a cada obrero el salario que le corresponde y siempre que puedes les das un extra. Ayudas a organizaciones caritativas. Nunca le has levantado la mano. Pero esto se va a acabar, yo le voy a sacar a ese jovencito sus tonterías a fuerza de zapatilla, espera que me lo eche en cara.

- Tú, le quieres sacar el mal a golpes, pero si eres una buenaza, incapaz de matar una mosca. No te preocupes, dale tiempo y cuando vuelva nos sentaremos a hablar con él para ver que le preocupa y como le podemos ayudar, para recuperar el bien no hay que perder la esperanza.

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