jueves, 5 de mayo de 2011

6 de mayo. Día de S. Pedro Nolasco ¡Felicidades Familia Mercedaria!

CARTA A SAN PEDRO NOLASC0
( De Pedro a Pedro)

Buenos días, me llamo Pedro, como tú, soy un niño limpiabotas, y aunque no te conozco muy bien he querido dirigirte unas palabras para pedirte algo importante, no pienses mal, no es solo para mi.

Ya se que viviste hace mucho tiempo, el fray nos lo ha contado, pero estoy seguro que desde donde estás puedes escucharme y darme una respuesta.
Me dio mucha alegría saber que tu mayor interés en la vida fue liberar a los que estaban cautivos, y es por eso que me decidí a escribirte. Porque sabes, en la sociedad que nos ha tocado vivir sigue habiendo muchos cautivos, y no lo digo por mí, porque antes estaba cautivo de una simple cajita, y desde hace algunos meses eso ya no es un problema, porque he encontrado personas, parecidas a ti, que se han preocupado por mi. Pero tengo otros compañeros que no tienen tanta suerte como yo, y no siempre van a encontrar a las personas que les echen una mano.

Antes estaba en la calle y la vida no era fácil, ahora, después de que mis padres se convencieran, voy a la escuela, y me preparo para poder realizar un trabajo digno, y para eso hay que estudiar. Yo sé que muchas personas que te siguen se dedican a esta labor, religiosas que desde sus colegios quieren liberarnos con cultura y mucho amor. Que bueno que haya quien quiera romper las cadenas de la ignorancia.

No soy miedoso, me han tocado vivir algunos momentos difíciles, como cuando el papá de mi amigo Salvador, llegó a su casa sujetándose el vientre con las manos con la camisa manchada de rojo. En esos casos no hay muchos lugares donde personas como nosotros podamos ir. Incluso cuando es un simple resfriado, no siempre tenemos los recursos para encontrar un remedio, por eso cuando veo que los Padres y las Hermanas, que conozco, revuelven cielo y tierra para montar dispensarios y Centros médicos donde los pobres tengamos alguna posibilidad, recupero la fe en el ser humano.

Porque a veces no nos quedan muchas esperanzas, cuando ves como algunos chicos mayores, que también estaban en la calle, de limpiabotas, lavando parabrisas en las luces, vendiendo guineos o chinas o simplemente pidiendo, ya no están, y no porque hayan encontrado un trabajo mejor, sino porque están confinados, por dejarse influenciar por las bandas que venden un estilo de vida fácil, abusando de los demás. Eso lo se porque uno de los religiosos que va a la Victoria me trajo saludos de Sebastián con el que compartía a menudo. No quiero terminar así. Necesitamos lugares donde los pequeños encontremos quien nos ayude y nos dirija para escapar de la calle y no terminar en prisión.

Por eso me atreví a escribirte, para ver si desde allí puedes hacer algo para que siga habiendo jóvenes, hombres y mujeres que les guste tu manera de hacer las cosas y quieran seguir la obra que iniciaste hace tantos siglos, porque lo que es aquí sigue habiendo muchos cautivos que necesitan liberarse y no saben como hacerlo.

Te doy las gracias por ser paciente y escucharme, por todo lo bueno que has hecho en esta isla y en otros países a través de los que han seguido tus pasos y te pido que sigas cerca de nosotros porque en el mundo de hoy seguimos necesitando que haya otros Pedro Nolasco.

Un abrazo.

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