domingo, 10 de abril de 2011

LD: Lectio Divina por Miguel Ángel Arias Perez, Monje Cisterciense [Abadía Cisterciense de Viaceli]

Liberación

“Extiende el brazo. Lo extendió y quedó restablecido. ” Mc 3,1-6


“No hace nada pero tampoco deja que otro haga.” Este refrán me llegó a la mente cuando leí este Evangelio, ya que los fariseos estaban predispuestos a criticar a Jesús, hiciera o no un milagro en ese día sábado en la sinagoga, actitud esta que es característica de la envidia, no fijarse en el bien del otro –en este caso la sanación del paralítico- sino en los pensamientos, juicios y criterios propios –lo que pensaban los fariseos-. Aquí Jesús se presenta como el libertador de todas las ataduras: al sanar al hombre de la parálisis de su brazo se muestra como el libertador de todo aquello que nos impide trabajar, sanar, abrazar, crear con nuestros propios brazos un mundo nuevo.

Se muestra como el libertador de nuestra mente de los prejuicios, pensamientos y concepciones que nos impiden vivir el ahora, que es el único tiempo que en verdad tenemos en nuestras manos, porque el pasado ya sucedió y el futuro está por venir. Jesús aparece como el libertador de nuestro corazón para amar al otro tal como es, por encima de todo, todo y a todos. ¡Ama y haz lo que quieras!, dijo san Agustín, porque Dios es quien guía mi vida si el amor es la meta.

Jesús te bendice. Miguel Angel

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen comentario. felicidades. deja que la palabra de dios te siga construyendo. un abrazo.