Llamada
“Y le dijo: -Sígueme. Se levantó y lo siguió” Mc 2, 13-17
Desde que comencé a leer este texto una pregunta surgió dentro de mi: ¿qué fue lo que pasó por la mente de Leví (quien es el evangelista Mateo) que con sólo escuchar una palabra de Jesús llamándole, se levanta, deja su trabajo, abandona su vida anterior la cual era cómoda -ya que como recaudador de impuestos tenía el “peso” asegurado-; deja entonces todo y sigue a Jesús, en qué estaba pensando, o mejor, qué fue lo que le maravilló y conquistó tanto de Jesús? Frases que se escuchan con frecuencia en la actualidad son “mi vida no tiene sentido,” “no le encuentro sentido de ser a nada,” “qué vacío me siento...” Los casos de depresión estrés cada vez aparecen tan frecuentes y comunes como la gripe. Creo Señor que a Leví se le inflamó el corazón cuando escuchó tu voz ya que tu ibas a llenar su vida de sentido, por lo tanto ¿qué vale más que la felicidad verdadera? Como dice un refrán, “cualquiera por su mejoría hasta su casa dejaría...”
Todos queremos ser felices y a todos Jesús nos llama a seguirle porque sólo El puede llenar de sentido y vida nuestra existencia librándonos para siempre de la angustia y el vacío. Pero igual que Leví debo dejar mi viejo modo de vivir, debo levantarme de mi antigua postración y seguirle. En lo adelante Tu Señor que has tomado el timón de mi vida me dirás qué debo hacer porque Tu eres EL Camino, la Verdad y la Vida.
Jesús te bendice. Miguel Angel
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