domingo, 20 de marzo de 2011

20/3 Evangelio y Vida por fray Santiago Rodríguez-Palancas, mercedario

EL MEJOR EJERCICIO DE CUARESMA: “SUBIR Y BAJAR”

Jesús en el Evangelio de hoy sube a la montaña con tres de sus discípulos para ponerse en oración y buscar a Dios. Pero, al final les recuerda que hay que bajar y volver a la realidad. Hay una frase popular que dice que “todo lo que sube baja”, y hoy Jesús lo aplica perfectamente.

Ése es el ejercicio que el Maestro pide a sus apóstoles: “subir y bajar”, ponerse en oración y luego volver a la vida.

Nosotros, como el apóstol Pedro, tenemos también la tentación de quedarnos arriba, porque en lo alto de la montaña, junto a Dios, se está mejor, más cómodo, más feliz, y nos olvidamos que a Dios se le descubre también en los hermanos.

Ahora que todo el mundo busca fórmulas para adelgazar, para ponerse en forma, para estar saludable; ahora que todo el mundo anda preocupado por el colesterol y los triglicéridos; ahora que mucha gente se apunta al Gimnasio, o se pone a andar, o hacer bicicleta, encontramos en Jesús un nuevo deporte: “subir y bajar”. Subir para buscar a Dios, para ponerse en oración, para elevar el espíritu, para levitar…, y bajar para encontrarse con los pobres, con los tristes, con los deprimidos, con los enfermos, con los niños explotados, con las mujeres maltratadas, con los que pasan hambre y sed…

A veces sólo subimos, nos quedamos en las nubes, en el aire, y no aterrizamos, no tocamos suelo. Estamos tan ensimismados pensando en Dios que nos olvidamos de bajar y tocar al hermano.

Otras veces estamos tan preocupados por las cosas del mundo, tan metidos en los problemas diarios, que nos olvidamos de contemplar a Dios, de hablar con Él.

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