viernes, 24 de diciembre de 2010

Con Otras Palabras por Pabel Álba Hernández


NAVIDAR


Me encontraba en el encuentro sabatino con los niños limpiabotas, y de repente se aparece de la nada Raymond, un amigo de 4 años que suele caminar por la parroquia con una vestimenta sucia y siempre pidiendo 5 pesos para poder comprar algo para comer.

Curiosamente en el momento en que él llego estábamos repartiendo el desayuno a los niños limpiabotas y él, como siempre, me pide 5 pesos para comer. Yo viendo la oportunidad que se me presentaba le dije, “vamos a hacer una cosa, en vez de darte 5 pesos te voy a dar de este desayuno” y él indudablemente aceptó.

Nos apartamos de los demás niños y luego de que él había terminado de desayunar con una cara de satisfacción y de gracia me dice: tu podrías ser mi padre y yo le pregunto que por qué, a lo que él me responde “porque me diste de comer”. Junto con esas hermosas palabras el momento no pudo ser mejor que aceptar de sus pequeños brazos un fuerte y caluroso abrazo.

Nuestra vida está marcada por momentos especiales como éste. De nosotros depende estar alerta cuando nos sucedan.

Estamos próximos a la navidad y con ello a la espera de que realmente nazca en nosotros un Jesús que se haga cercano con todos y en especial con los más pequeños. Que la navidad no sea una época más del calendario, sino un tiempo de nacer, de crecer y de dar. “A reír y a bailar que llegó la NAVIDAR”

“Vete y haz tu lo mismo”


1 comentario:

Miguel Angel dijo...

muy bonito pabel y cosas asi son las que hacen un verdadero cristiano, que comparte y da sin resivir nada material, sino que resivira mas que algo que lo ayudara a vivir en este mundo revira riquesa espirituar.
por esas razones es que debemos dar ya que no sabemos en que momento jesus tocara nuestro corazones en forma de pobre y no lo recibiremos.