martes, 23 de noviembre de 2010

ENTRE AGUA Y SOL por Luis R. Ortiz



Aloha, Colegas! Esta vida es una aventura diaria…

            Hoy os contaré algo que me sucedió. Ayer íbamos de camino a la universidad y había llegado el momento de bajarse del autobús, a los que culturalmente se les conoce como “voladoras” (que yo les llamaría “lavadoras”) y sin más remedio Pabel, Pedro y yo  comenzamos a caminar lo poco que quedaba para llegar. Desde que vine a este país, me han advertido “No te confíes del tráfico, tienes que ser precavido” y lo tomé como un típico consejo que cualquier madre le da a un hijo… hasta ayer. Cuando llega el momento de cruzar, me adelanto a tomar la iniciativa, y ya estando en medio de la carretera, un motorista venía acercándose hacia mí a toda velocidad, y aun habiéndome visto desde lejos, terminó bruscamente con su negra, sucia y desgastada goma delantera entre mis piernas. No reaccioné al momento, porque me sentí muerto y podrido, pero el individuo me hizo caer en la cuenta con un insulto y una risa burlona que me dejó perplejo. Es muy curioso notar esa falta de sensibilidad humana que existe aquí, y no digo que no pase en Puerto Rico o en otra parte, sino que es la primera vez que experimento en carne propia la indiferencia de algunos tan directamente. Está en nosotros mismos mejorar en nuestro diario vivir. No tenemos que ser seminaristas, curas, o religiosos para cambiar nuestro entorno… simplemente ser buenos cristianos, imitando ese ejemplo que el mismo Jesús nos dejó, para que a diferencia de mí, no terminemos con una motora encima, sino que tengamos una sociedad con paz, amor y alegría.
                                      
Aquí os tiro el salvavidas, ¡cuidado con los tiburones…que vienen sin frenos! XD


No hay comentarios: