miércoles, 24 de noviembre de 2010

Con Otras Palabras por Pabel Alba Hernández



Simplemente sonríe


Nuestro país se ve y se siente desolado ante unos políticos y gobiernos que solo hacen o resuelven los problemas personales, los de su familia y allegados sin importarle en lo absoluto el pueblo dominicano.

Vivímos en un país donde los combustibles suben todas las semanas, los alimentos de la canasta familiar se hacen sumamente difícil de adquirir ya que su precio es demasiado elevado en comparación de los sueldos que devengan las personas, la educación es pésima ya que ni la mitad del PIB es asignado a dicha cartera (creo que en caso de ser asignado el 4% al ministerio de educación, su ministro se encargaría de gastarlo en la construcción de otro ascensor en el cual su vehículo puedo subir hasta su oficina), los hospitales están abarrotados de pacientes con un personal maltratado económicamente, la policía que sin importar quién eres o qué haces te dispara y luego alega que fue en un intercambio de disparo, el servicio al cliente en instituciones públicas y privadas es deficiente, el sector eléctrico con sus apagones de nunca acabar, la corrupción del gobierno central y el séquito de funcionarios…

Con todo esto nuestro país, nuestra gente, nosotros, seguimos riéndonos y alegres.

Les cuento:

En esta semana mientras esperaba a que cambiara el semáforo un joven que limpia cristales le pasó por el frente a una camioneta que llevaba su cristal delantero totalmente cuarteado y él ni se molestó en preguntarle al señor si le apetecía limpiarlo.

Fue a nuestro carro y yo le dije que no necesitaba su servicio que en cambio le limpiara al señor que anteriormente había omitido. El señor que se encontraba a nuestro lado con una sonrisa contagiosa le dice, “es verdad, ¿Por qué no limpias el mío?” y así fue, el joven le limpió el cristal, el señor le dio unos pesos y todos los que estábamos en ese entorno vivimos un momento breve pero agradable y hasta reflexivo.


Así que si eres de los que te quejas por tantas injusticias que pasan en nuestro país. Si eres de los que te molestas por la forma como te tratan en instituciones publicas o privadas. Si eres de los que no soportas en lo absoluto el despilfarro gubernamental junto con sus mentiras. Te doy un consejo, simplemente ¡Sonríe!


Con una sonrisa no cambias el mundo rápidamente, pero te aseguro que te ayudará a vivir más feliz y a hacer el momento con los demás más agradable. ¿Y tú de qué sonríes? ¡Vete y haz tú lo mismo!


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