domingo, 10 de octubre de 2010

LD: Lectio Divina por Miguel Ángel Arias Perez, Monje Cisterciense


Tu y yo, Palabra de Dios
 
“Salió un sembrador a sembrar…” Lc 8,4-15

Jesús al explicarle la parábola del sembrador a sus discípulos les dice que la semilla es la Palabra de Dios. Hace dos meses tuve la gracia de acompañar a una ministro de la Eucaristía a llevar la comunión a un anciano enfermo y comenzamos la visita leyendo este texto del Evangelio. Nada más terminar, el señor nos preguntó “¿Quién es la semilla?” La ministro respondió como Jesús explicó a sus discípulos: “la Palabra de Dios.” Mientras yo guardaba silencio sorprendido por la energía con que el anciano nos hizo la pregunta. Luego él señalándonos y mirándonos con los ojos bien abiertos nos dijo: “Ustedes son semillas, ustedes apóstoles son esas semillas.” Como Santo Tomás dije en mi corazón “Señor mío y Dios mío” al reconocer a Jesús hablándonos por medio de este anciano. Un santo religioso mercedario me enseñó que nosotros somos Palabra de Dios porque él ha puesto nuestro nombre en sus labios al llamarnos a la vida y Él continúa llamándonos y nos esparce en el mundo como semillas de su Reino para que demos fruto.

Esto también me hace meditar que debo cuidar el medio en que vivo, me desarrollo y me “siembro”. En este mundo actual en que parece que todo está permitido, ceder espacio a los antivalores, a todo lo que va contra Dios, mi fe, los demás, mi persona, etc., puede ahogarme, perderme y secarme. Concédenos Señor la gracia de cuidar este don que tu nos has dado, ser Palabra tuya, y en medio de tu siembra líbranos de todo mal.

Jesús te ama, te visita y te bendice. Miguel Angel

 

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