lunes, 20 de septiembre de 2010

SEMILLAS PARA VIVIR por José Alberto Hidalgo O.P.



Hola soy Jose Alberto, fraile dominico y en este pequeño pero importante espacio, te invito a regar conmigo SEMILLAS PARA VIVIR. Es lo que hizo Jesús, regó y sembró con su vida semillas de Reino de Dios que han seguido creciendo y esparciendose hasta hoy. Lo nuestro como cristiano es sembrar para vivir, tener y ragalar vida en abundancia.
Te dejo con la primera semillita, reguemos juntos.

¿Alguna vez han visto un puerco espín pequeñito?, vean estas hermosas imágenes y conozcan la fábula.


La fábula del puerco espín

Durante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío. Los puercoespín dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.
Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con una persona muy cercana puede ocasionar, ya que lo más importante es el calor del otro.

De esa forma pudieron sobrevivir.

Moraleja de la historia
La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir con los defectos de los demás y admirar sus cualidades.



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