domingo, 21 de febrero de 2010

LD: Lectio Divina por Miguel Ángel Arias Perez



¡Bendito atrevimiento!



“Le replicó Simón: –Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos sacado nada; pero, ya que lo dices, echaré las redes” Lucas 5,4



Al leer este Evangelio me llegó a la mente una anécdota de las que suelen suceder comúnmente en cualquier familia. Es la del niño al que su padre le dice que si viene el cobrador preguntando por él, que le diga que él no está en casa. Sucede entonces que cuando llega el cobrador y le pregunta al niño por su padre, éste le responde muy graciosamente: “el me dijo que le dijera que él no está en casa”. Esta anécdota se parece a la respuesta que Simón le da a Jesús, la cual me parece atrevida, ya que esconde una desconfianza en que en verdad suceda lo que dice Jesús; de manera que si Simón echa las redes después de estar todos cansados y “jartos” de trabajar es culpa de Jesús que no pesquen nada; que le cobren a él el trabajo de balde. ¡Bendito atrevimiento! Porque eso me hace meditar en que no importa lo que yo piense, lo que yo crea, cuántas veces haya intentado las cosas sin conseguirlas, etc. Lo que importa es creer en él, creer en su Palabra, creer en que él me dice que “eche las redes”, creer en que Jesús es quien lleva el timón de mi vida y creer en que él todo lo hace para bien. De manera que yo sólo debo echar las redes, hacer lo que tengo que hacer, lo que me toca, pero ¡ojo! con atrevimiento, “en su nombre” en nombre de Jesús, poniendo mis capacidades y mis fuerzas para que lo demás, el milagro, lo ponga El: “Lo hicieron y capturaron tal cantidad de peces que reventaban las redes.” Lucas 5,5. ¡Que Dios te bendiga!

2 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy contigo, solo nos toca echar nuestras semillitas en el camino y velar por la mala hierba, porque El las regará.

Unknown dijo...

Muy buen análisis, muy claro, explícito y cierto. Eso es lo que debemos hacer, echar las redes y dejar que Jesús actúe en nuestras vidas.