miércoles, 30 de diciembre de 2009

Evangelio y Vida/ Domingo 3 Enero: "ENCRUCIJADA" por Fray José Muñoz, Mercedario



En un cruce de caminos se encontraron un buen día la palabra, la luz y la vida, cada una había realizado un largo recorrido desde el comienzo de su existencia.
Al principio se trataban con cierta cortesía y marcando las distancias, como suele ocurrir cuando algunos extraños se encuentran. En el momento que cogieron un poco de confianza cada una comenzó a alardear de sus proezas.
- Yo he tenido que pelear duramente para abrirme paso en un abismo de oscuridad, sin mi el mundo no habría descubierto la belleza que encierra en su interior.
- Mayor esfuerzo el mío, hasta que llegué cada uno iba por su lado, gracias a mi se han podido comunicar.
- Eso no es nada, antes de mí no había nada, y gracias a mi las cosas comenzaron a ser, esa si es una buena tarea.
Y así continuaban, argumentando para sobresalir por encima de las otras dos. Según pasaban los minutos las fuerzas decaían, se sentían cansadas y débiles, las voces antes sonoras semejaban un débil susurro y apenas podían distinguirse entre la penumbra que se hacía más densa. Hasta que una de ellas dijo:
- Si bien es verdad que cuando llegué podía distinguir todo con claridad a mi alrededor,
- Y yo en el momento que comencé a existir y dar claridad a todo lo que me rodeaba fue para seguir una orden que dijo: Hágase la luz…
- Tenéis razón, la primera vez que me utilizaron fue para dar comienzo a la luz y a la vida, que sería de mí si vosotras no existierais.
Y según iban hablando las palabras se oían más claras, el entorno era radiante y la naturaleza crecía con efusión. El Creador sonreía complacido.
- Sigamos nuestro camino, para que el mundo sea un buen reflejo del Creador a partir de ahora caminaremos juntas.

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