viernes, 30 de octubre de 2009

Una historia de amor: Dios y yo por Ermes Emmanuel

Hola a tod@s! Tengo, en esta ocasión, la oportunidad de escribir acerca de mí. Mi nombre es Ermes Emmanuel Liriano Capellán, tengo 21 años y nací en Santo Domingo en las Caobas de Herrera. Yo soy el primer hijo de un matrimonio maravilloso, trabajador y honesto: Ermes Gregorio Liriano Cena y Pilar Capellán Gutiérrez. Mis hermanos, Angel Tomás (18 años) y Pilar Nathalie (15 años), y yo crecimos en un barrio que desde el principio contó con la presencia de los mercedarios. En las parroquias de ellos, he recibido todos los sacramentos de iniciación cristiana: Bautismo (Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe), primera comunión (Parroquia San Pedro Nolasco) y la confirmación (en el 1er año de Postulante).
Mis padres son católicos, pero nunca se caracterizaron por ser particularmente religiosos. No obstante a eso, ellos nunca se opusieron, y siempre apoyaban de buena gana mis iniciativas dentro de la Iglesia católica, como por ejemplo, pertenecer al coro de los niños. Como resultado de nuestra última mudanza para Bayona, terminé perdiendo el contacto con la iglesia. Unos años después aconteció que, por la "insistente" invitación de un vecino (hoy en día, grande amigo), comencé a participar en la Pastoral Juvenil Salesiana. Se sumó a eso también, el re-encuentro con un antiguo catequista (Luís Antonio) que era postulante mercedario, por él me uní a un coro de nuevo.
Sin darme cuenta, había reiniciado mi camino de fe y mi vida en la Iglesia. Hubo poco tiempo entre mi regreso a la vida parroquial y la fuerte atracción que empecé a sentir por el estilo de vida de los sacerdotes y seminaristas de la comunidad. Terminé el bachillerato y no estaba seguro sobre lo que debería hacer: “¿y ahora que?”. En realidad, no tenía suficiente seguridad como para iniciar un proceso serio con los mercedarios en aquel momento; entonces terminé entrando a la UASD, pero bien consciente de que quería conocer mejor y discernir mas sobre mi vocación.

Después de estudiar durante un año en la universidad de ingeniería, expresé a mis padres con gran determinación mi fuerte deseo de ingresar en el postulantado de los mercedarios. Incluso con algunos malentendidos por parte de mi familia y allegados, entré a la Orden como postulante en enero 7 del año 2006. Hoy, soy un novicio mercedario (lo que va después de ser postulante). Maravillosas experiencias he vivido dentro de la Orden de la Merced. Todas estas vivencias me han revelado el gran amor de Dios por mí y han confirmado el llamado que Jesús me hizo hace unos 5 cincos años atrás. Me siento redimido por Dios y le doy gracias con gran alegría por mi vocación, que también es una invitación a seguir redimiendo. Es bueno vivir sabiendo cual es nuestra razón de ser.

1 comentario:

Padre Ángel Cuadrado dijo...

Saludos para todos. Desde mi nuevo destino de servicio a la Orden de la Merced, deseo dar gracias a Dios por vuestra ilusión que contagia y vuestro trabajo que anima a seguir confiando en los jóvenes de la parroquia de Guadalupe; no quise despedirme de ustedes pues seguiremos unidos en la oración, en alguna visita y estaré muy unido desde la eucaristía dominical; reciban todos mi abrazo de hermano y amigo, mi abrazo de paz y muchas bendiciones. Seguiré vuestros pasos a través del vuestro blog.
Desde aquí felicito a Ermes Enmanuel por ese testimonio y tomo sus últimas palabras para mandar mi mensaje: " Es bueno vivir sabiendo cual es nuestra razón de ser". Estamos en la semana vocacional y os invito a sacar un momento para decir a nuestro Padre: ¿ Qué es lo que quieres de mi ? La respuesta está en sus corazones: abran los ojos del corazón.
Reciban un abrazo se su hermano y amigo: Padre Ángel.