lunes, 2 de agosto de 2010

DO 1/8 Evangelio y Vida por Fray José Muñoz, mercedario



Y AHORA QUE?

 
En el hormiguero se produjo un gran revuelo, la hormiga Afanosa, que ya había introducido algunas novedades para facilitar la tarea de las otras hormigas, quería poner en práctica algunas ideas que se le habían ocurrido, después de observar a otros animales de la naturaleza, para engrandecer y mejorar el hormiguero. Mirando al hermano topo había descubierto como agrandar el espacio, sería el mayor y mejor hormiguero de la zona.
Y tras observar al escarabajo pelotero y al ciempiés, se le ocurrió un sistema para transportar más cantidad de comida en menos tiempo.
Las hormigas más viejas movían la cabeza en gesto de desaprobación, con los sistemas tradicionales siempre habían disfrutado de un hormiguero espacioso, y habían almacenado comida suficiente para todo el invierno. No acababan de entender este nuevo invento.
Las más jóvenes estaban entusiasmadas. Y exclamaban:
- Las viejas no entienden, son conformistas, pero el mundo es para la juventud, con estas nuevas maneras nos vamos a convertir en la envidia de los otros hormigueros, seremos las más grandes, las más ricas, las más poderosas.-
Y seguían coreando y jaleando a la hormiga Afanosa.
El resto, enardecidas por los discursos, comenzó a aplicar las nuevas técnicas, y pronto el hormiguero fue tan alto que cualquier golpe del exterior hacía vibrar las paredes Y vivían con miedo a cualquier derrumbamiento.

Y fue tanto el grano que acumularon que no solo duró todo el invierno sino que en primavera aun quedaban dos tercios que con el calor comenzó a germinar ocupando por completo el hormiguero y rompiendo el techo, por donde se abrían paso los brotes, buscando la luz. Poco a poco las hormigas tuvieron que salir. Entonces las más ancianas se dirigieron a las jóvenes exclamando: - Y AHORA QUE?


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